HENRY DE MONFREID

Africa, Painted photographs, 1913-1940.

21 NOV, 2007 - 12 ENE, 2008.

Henry de Monfreid

Mar Rojo, ca 1930
Fresson Color print 1979
25.7 x 31.2 cm
Edition 1 of 6
Red Ink stamp Henry de Monfreid on back

Henry de Monfreid

Pequeños zarougs en la costa yemenita cerca de Mokha, 1912
Fresson Color print 1979
24 x 33 cm
(9.45 x 12.99 inches) Edition 1 of 6
Red Ink stamp Henry de Monfreid on back

Henry de Monfreid

Mer Rouge (c1930).jpg, c.1930
25.7 x 31.2 cm
Fresson Color print 1979

Henry de Monfreid

Côte de la mer Rouge (orgues basaltiques), c. 1930
25.7 x 31.2 cm
Fresson Color print 1979

HENRY DE MONFREID

Inauguración: 21 de noviembre de 2007, a partir de las 20:00h. 

Henry de Monfreid nace en Francia (1879-1974) hijo de un bohemio pintor, George-Daniel de Monfreid, frecuentando a artistas como Maillol, Gauguin o Matisse. 
Aventurero, escritor y fotógrafo, fue también un espía que publicó gran número de libros, entre los cuales destaca “Secretos del Mar Rojo”, editado en España por Bassarai. 

A los treinta años, Henry marcha por primera vez a África (Abisinia, en el Mar Rojo) convirtiéndose “oficialmente” en un negociante de café y llegando hasta Etiopía donde, embelesado por la vida colonial, se une a los indígenas aprendiendo su idioma.

En la práctica se dedicará al contrabando de armas, hachís o perlas llegando a ser encarcelado distintas veces.

Expuestas por primera vez en España, en la exposición habrá 43 fotos en blanco y negro coloreadas e impresas en 1978 mediante el proceso Fresson.

Esa técnica pictorialista convive con los temas que toca y que recorren la exposición: maravillado por todos sus descubrimientos, de Monfreid retrata multitud de escenas duras y terribles de ajusticiamientos, de tráfico de armas o de esclavos. 
Así como pescadores de perlas, indígenas, contrabandistas, paisajes, costas o campamentos, escenas de calles de la mayoría de sus reportajes: Etiopía, Yemen, Mar Rojo,  Djibouti… 

Todo ello no es solo un retrato del dolor en un momento histórico muy concreto sino un documento periodístico único.
 
Su pasión por la fotografía, en los años ’30 y con la llegada del formato 24x36, se hace aún más patente al adquirir una Leica, revolucionaria por su manejabilidad y calidad de su objetivo y con la que hará la mayoría de sus reportajes. 

De Monfreid moriría con 95 años dejando un gran legado fruto del uso de su libertad.