HUMBERTO RIVAS (1937-2009)

Fotografías Inéditas y Vintage

16 SEPT - 30 OCT, 2010.

HUMBERTO RIVAS  (1937-2009)

Inauguración: 16 de septiembre del 2010 a las 20:00h.

Del 16 de septiembre al 30 de octubre de 2010 Michel Soskine presentará las fotografías en blanco y negro, inéditas y vintage, del recientemente fallecido Humberto Rivas (Buenos Aires 1937- Barcelona 2009) con una selección de 20 gelatinas de plata, representativas de los temas que han ocupado su producción: el retrato y el paisaje, o más bien el retrato de lugares. A través de estos temas late su preocupación por el paso del tiempo y profundiza en la lógica del medio fotográfico.
 
"La fotografía es la manera en que nuestro tiempo asume la muerte", según Roland Barthes. Son intereses que comparte con Avedon, Arbus, Coplans o también, por su desarrollo del retrato, con Mapplethorpe. 

Denominado el fotógrafo del silencio, Humberto Rivas siempre intentó captar las cualidades interiores de los retratados y el alma (genius loci) de sus paisajes. Busca incansablemente la realidad, escudriñando sus fisuras, pero su fotografías trascienden el documentalismo. Las composiciones, en apariencia simples, están impregnadas del tinte de lo extraño que nos lleva a mundos inquietantes. "En la realidad siempre puede haber alguna cosa de misterio; y debe ser así, porque donde no hay misterio no hay interés. En esa ambigüedad quiero que se mantenga mi obra".
Un fuerte sentido de la honestidad y autenticidad se advierte al contemplar las fotografías de Rivas: No hay artificio, domina una serenidad clásica en su manera de ver. El acento está en la sobriedad y  una potente sencillez. Retratos frontales, de fondos neutros, sin más atributos que su propia expresión y anatomía y cuyos títulos no llevan apellido, sino que apelan directamente a la persona: María, Magda, Alberto. 

Los paisajes son lugares de ausencia. Habitaciones vacías, calles desiertas… Transmiten una soledad insondable siendo al tiempo muy humanos, si bien las personas se adivinan sólo por las huellas que dejaron. “Se atisba un abismo que contiene todos los misterios, todos los silencios, todas las soledades...” (Jaume Vidal)
        
Toda su obra es un camino hacia la desnudez, un continuo despojarse. Busca la verdad en los lugares y en las personas que fotografía. A través de ellos retrata la ambigüedad del tiempo, del género, de la identidad. 

Para Rivas, el retrato es siempre un autorretrato. Tras la templanza de sus imágenes, hay una lucha. “En un retrato, los dos, fotógrafo y fotografiado, se pelean por ganar. Y la fotografía funciona cuando gana el fotógrafo”. Son conocidas por sus modelos las tretas que urdía Rivas para obtener de ellos la expresión que buscaba, destronándolos de la pose que asume el modelo de sí mismo.                  
Es un artesano depurado y domina la técnica, pero no cae en el formalismo preciosista. No era tanto un cazador de instantes como un constructor de la imagen, donde nada está dejado al azar. 
Trabajaba con grandes cámaras de placas y en exteriores lo hacía con la precaución del topógrafo, armado con instrumentos de precisión que incluían la brújula, para calibrar y prever los tiempos de luz y sombra, para situarse en un espacio concreto, cuidadosamente buscado. 

Al igual que Man Ray, su intención es distraer la atención de la destreza manual para que sea la idea quien se imponga, “de modo que el observador no se quede con el cómo, sino con el porqué”. Sus fotografías no invitan a la mirada, sino a la contemplación.
 
Si sus referentes fueron August Sander,  Irving Penn o Anatole Saderman, desde la década de los 70’s se convierte él en baluarte para otros fotógrafos. Es en 1976 cuando llega a Barcelona, donde encabezará al grupo de Xavier Miserachs, Toni Catany, Joan Fontcuberta y Manel Esclusa y ayuda a superar la crisis vanguardista en España. Después de un periodo de rechazo del realismo fotográfico y de hegemonía de las técnicas de manipulado, Rivas propone regresar a la presentación pura  de la realidad. 
                    
Humberto Rivas falleció en su adoptiva Barcelona a pocos días de recibir la Medalla de Oro al Mérito Artístico de la ciudad Condal. A este reconocimiento le habían precedido el Premio de las Artes Plásticas Ciudad de Barcelona en 1996 y el Premio Nacional de Fotografía en 1997. Su obra ha sido expuesta en el MNCARS o el Círculo de Bellas Artes en Madrid o el Museum of Contemporary Photography de Chicago. 
 
Está presente en colecciones como la Fundación Cultural Televisa, en México, el Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata, en Argentina, Los Angeles Country Museum of Art y el Museo de Fotografía Contemporánea de Chicago en U.S.A, la Biblioteque Nationale o la Maison Européenne de la Photographie de París y el fondo de arte de la Fundación de La Caixa o el MNAC en Barcelona.
                  
Varias monografías recogen su trayectoria: El Fotógrafo del Silencio, de su retrospectiva en el MNAC en 2007, Humberto Rivas, Fotografías 1978-1990, de su exposición individual en la Fundación La Caixa de Barcelona en 1991.  En octubre de 2010 La Fábrica Editorial publicará una segunda edición de su monográfico revisado.